lunes, 5 de octubre de 2015

Tributo a Mega Man (Parte 1)


Prologo:

El Dr. Light iba abordo de su V.T.U.S. (vehículo de transporte urbano y suburbano) de su propio diseño. Un vehículo con más forma de un pequeño  tanque, tan resistente como uno,  era alargado con ocho cauchos todo terreno, tenía la forma de una camioneta Van y brazos hidráulicos en frente debajo del vidrio parabrisas, encima un par de faros potentes y en medio una cámara de escaneo. Era de un color amarillo brillante, con grandes faros para alumbrar el camino, un parabrisas blindado, funcionaba con energía nuclear y unas manos mecánicas para manipular objetos desde el interior del Vitus(como comúnmente le llamaban).

El Dr. Thomas Light Se acercó a una zona de desastres causados por varios de sus robots. Había tenido que viajar unos cuantos kilómetros desde la ciudad donde residía hasta aquel miserable paraje devastado por lo que parecía un terrible combate. La locación era un pequeño pueblo llamado Buenavista, dedicado a la ganadería y la agricultura. La razón por la que el Doctor Light, como comúnmente le conocían, se encontrara ahí, era que, según reportes, robots diseñados por él, para ayudar en las tareas distintas en que eran requeridos, se estaban volviendo agresivos y violando las leyes básicas de la robótica, habían atacado humanos, aún arrasados con pueblos enteros, esto ya desde hace dos años.

Los avances en la robótica eran tan impresionantes que el Dr. Light había construido robots junto con un equipo de millones de ingenieros en todo el mundo, ayudándose en foros y conferencias múltiples, para proporcionar asistencia robótica en casi todas las actividades humanas.

Era una competencia bastante reñida entre las grandes corporaciones de producción de tecnología, como la producción hoy en día de aplicaciones para los teléfonos inteligentes, casi todos estaban en ello y los había de las cosas más interesantes y útiles, hasta las más simples e inútiles.

Y ahí se encontraba el Dr. Light en aquel terrible paraje el Vitus, avanzaba lentamente y con dificultad entre los escombros, rompiendo el silencio con roncos sonidos de rocas moviéndose, tierra deslizándose y cosas crujiendo bajo las ruinas de lo que alguna vez fue un pueblo, el pueblo de Buenavista. Los pueblos no son los que cualquiera puede creer de un pueblo normalmente en el presente, estos pueblos poseían unos avances tecnológicos tan impresionantes, que hasta para el más ermitaño de los campesinos el uso de internet era de lo más básico, como preparar café temprano por la mañana. Y todos poseían R.A.R.(Robots de Asitencia Robotica) que les ayudaran en múltiples tareas.

Horrorizado ante la vista y la devastación, la muerte y los destrozos, las manos del Vitus movían muros y escombros caídos, muy cuidadosamente en busca de señal de vida, a la vez que iba removiendo obstáculos del camino. Pero no había conseguido nada, los pedazos de muro caído que antes fueron de vivos colores, ahora eran opacos y carbonizados trozos de los distintos materiales utilizados para la construcción de las casas, hangares, establos, granjas y graneros. Salían tubos de todos lados con marañas de cables chispeantes, habían tuberías rotas botando agua sin ton ni son. Parte del terreno estaba lodoso por la tierra, el agua y aún restos orgánicos de los que ahí habitaban, humanos y animales.

El Dr. Light no podía creer lo que estaba viendo, estaba impresionado de lo que eran capaces sus robots de hacer, pero odiaba el uso que le habían dado, Él había escogido el campo de la robótica con el fin de ayudar a la humanidad a construir nuevos mundos en los distintos planetas que la humanidad había ido descubriendo en los recientes años y no para eso, esa crueldad, ese sin sentido.

En eso meditaba en callada ira y tristeza, cuando escuchó el sonido de algo mecánico que se acercaba a gran velocidad, el crujir de los materiales siendo aplastado por algo grande y pesado, lo calculó mentalmente, por el sonido de aquellas pisadas sonoras y el crujir de los objetos bajo sus pies, o patas. Estaba girándose en el Vitus, todo pasó muy rápido, de manera inesperada simultáneamente al sonido de un choque terrible de metal contra metal, el Vitus salió dando vueltas tropezando con esto y aquello, sacudiendo al Doctor Light quien no iba solo en el Vitus le acompañaba su asistente Romelia Linus Lima, o como él le llamaba Roll.

Cuando al final se detuvo el Vitus chocando contra un muro, el Doctor y Roll estaban todos magullados, este sosteniéndose del tablero de mando del Vitus le pregunto a Roll si estaba bien y esta con un hilo de sangre en la comisura derecha de sus labios, dijo que sí.

El Dr. Light maniobró el Vitus de manera que se diera la vuelta lo antes posible, pues escuchaba el ruido de las pisadas enojadas acercándose de nuevo, aquellas pisadas mecánicas. Encaró a lo que les golpeó. Al girar vieron un búfalo de metal, de los que se usaban para cargar la leña o arrastrar objetos pesados corriendo en su dirección para envestirlos nuevamente, los ojos robóticos del búfalo (que eran azules si necesitaba reponer energía, verdes si estaba todo correcto y amarillos sí había alguna falla eléctrica o mecánica) estaban rojos dándole un aspecto demoniaco. Por diseño no se suponía que pudieran ser rojos los ojos de ninguno de los robots de ayuda casera o científica, ni siquiera los militares que por orden táctico eran de color negro azabache.

El Dr. Light maniobrando su Vitus con maestría, le esquivo en el último momento y escucho cuando el búfalo se estrelló de frente contra la pared de concreto que había detenido el Vitus cuando fue embestido, el búfalo quedo desorientado un momento pues el golpe y la vibración le descontrolaron el sistema de navegación que imitaba a la sienes humanas, en otras palabras, todo le daba vueltas y era confusa la visión del bruto de metal, estaba desorientado momentáneamente.

El Dr. Light ignorando la sugerencia de Roll de alejarse lo antes posible, siendo un jugador de ajedrez maestro sabía que su peor movimiento era poner distancia entre el animal y el, debía por el contrario recortar la mayor cantidad de distancia posible, así que, dirigió el Vitus hacía el búfalo como si esta vez le fuese él a embestir, Roll un poco fuera de sí y alterada le pregunto casi gritando ¿Qué, qué hacía? con la voz un poco temblorosa. Se lo que hago le respondió, con la mirada fija en el bruto de metal y siguió avanzando hacía el.

Cuando estaba a un metro o dos del búfalo, este dejando de menear la cabeza, recuperando su sistema de orientación, le encaró y empezó otra embestida hacia ellos. Roll tenía los nervios de punta. se sujetó con todas las fuerzas de lo que pudo y se preparó para lo que creía sería una última colisión mortal.

Dr. Light con la cara crispada por ira, susurrando algo que sonaba como a: “esto no fue para lo que fuiste creado”. El búfalo solo dio un paso hacia ellos cuando el Dr. Light lo tomo de los cuernos con las manos mecánicas del Vitus, “no me obligues a hacer esto”, le dijo, más para sí que para el animal de metal que bufaba artificialmente frente a él. Empezó a empujarlos hacia atrás con toda la potencia que tenía, el Dr. Light presiono una combinación de botones en el teclado desde el que manejaba el Vitus. Con el sonido típico de “confirmado”, de la parte baja del parabrisas, entre las manos mecánicas se abrió un compartimiento, desde el que salió lo que parecía otro brazo mecánico. pero este no terminaba en una mano, sino que terminaba en un cañón cilíndrico, lo que pronto Roll atónita sabría que era el cañón de un potente láser, un arma de combate.

El cuerpo decapitado del monstruo de metal cayó al suelo en un centellar de chispas, estruendo mecánico y cables quemados, el Vitus aun sostenía la cabeza del robot en las manos, la alzaba en lo que desde lejos podía mal interpretarse como una señal de celebración de un cazador ante su víctima, pero no era así, sino el Dr. Light apartándolo de su vista, observaba el cuerpo caído de la bestia de metal y millones de pensamientos se atropellaban en su cabeza.

Habiendo pasado el momento de peligro aun su cuerpo vibraba de adrenalina, el Dr. Light miraba fijamente al “cadáver metálico” con los ojos medio aguados, Roll que no entendía ni la cara, ni las lágrimas del Dr. Light estaba abiertamente llorando de felicidad. El doctor acerco la cabeza a la parte superior trasera del Vitus en el segmento de almacenamiento, era como ver que se llevaba la mano a la espalda y abriéndose una escotilla en la parte superior trasera del Vitus, la coloco adentro guardándola

Normalmente el Vitus era usado por el Dr. Para explorar e investigar algunas de las formas de vidas extrañas, estudiar y catalogar los cientos de miles minerales distintos que estos nuevos mundos ofrecían, sus estructuras moleculares y aún de las civilizaciones alienígenas que había encontrado, que eran muy pocas. A las que a la mayoría habíamos esclavizado bajo la lógica; que para el humano era simple: “nosotros alcanzamos primero el viaje ínter-galáctico, éramos superiores, punto”. Cosa que el desaprobaba pero como científico se limitaba a la ciencia y dejaba ciertos debates morales a los activistas que hacían vida de eso.

Los robots ingeniados o creados por el Dr. Thomas Light y su equipo eran robots que ayudaban a aplanar senderos, a cortar árboles y flora silvestre, a catalogar minerales y construir, pero desde hace unos años apareció un movimiento terrorista hacker, que irrumpían cibernéticamente en los códigos y algoritmos de protocolo de algunos de los robots que el Dr. Light creó y les había dado un comportamiento violento y desastroso.

Los robots por diseño del Dr. Light tenían formas conocidas para los humanos, formas antropomorfas, de animales, de plantas, etc. Formas que ayudaban a recordar su función y facilitaban asimilarlos, pues todos se parecían a algo ya existente, habían descubierto que solo así era socialmente aceptado el R.A.R o robot ayuda.

Había quienes re programaban los robots y los colocaban a pelear entre ellos a modo de diversión, práctica que el Doctor Light desaprobaba, pero no se oponía, porque hasta el momento no habían lesionados graves, ni muertes, solo lesiones menores y por lo ya dicho, no se metía en debates moralistas, decía que eso tomaba demasiado tiempo y al final pocas veces ganaba la moral por encima del pragmatismo.

Pero desde el primero de los ataques de hackeo hasta el presente se habían perdido muchas vidas y se había arrasado con poblados, se habían destrozado familias, fábricas, cosechas. Nadie sabía quiénes eran los responsables, solo susurros y rumores por la red. Había un importante crecimiento de la teoría conspirativa en la que el Dr. Light era ligado a una secta oculta, una organización, a algo secreto. Alegaban que esas “anomalías algorítmicas” las creaba el mismo Dr. Light, para tener una excusa para hacer robots de uso militar y bélicos, cosa que era absurda pues abiertamente el gobierno le había ofrecido subsidiar y estar al frente de un plan de desarrollos de robots de carácter bélico, robots de combate o armas inteligentes, Cosa que él había rechazado rotundamente desde el principio, pero los conspiracioncitas, aún, en esa negación, hallaban razones para sospechar, de que en realidad, él tenía una organización secreta armamentista.

Por supuesto, ya había más de una organización trabajando en el diseño de robots de uso bélico y militar. Pero en el mundo científico todos anhelaban ver la brillante mente del Dr.Thomas Light trabajando en ese campo, a lo que él se negaba rotundamente. Pero ya últimamente los ataques estaban llegando muy lejos, y más teniendo en cuenta aquello que, secretamente le dijo a su asistente Roll, desde que hubo el primer incidente en el que se perdió la primera vida humana: “ya esto ha llegado demasiado lejos, una sola vida perdida es demasiado”.

Decidió continuar su lento y meticuloso recorrido en un silencio fúnebre, inmerso en un millón de pensamientos y cavilaciones pero atento a lo que miraba pues entre los escombros había cadáveres de humanos, de animales. En eso escucho un gemido lastimero, trato de ubicar la fuente del sonido levanto unas tablas en lo que parecía el patio de una casa y ahí encontró a un perro cachorro mal herido, era un mestizo (ya casi no quedaban razas puras la mayoría era genéticamente alterada) calculo que el perro tendría unos ocho o nueve meses, tenía un pelaje ámbar, sucio de barro y sangraba un poco. El perrito tenía una de sus patas rotas por una viga de acero que le cayó, se veía débil y moribundo.

Cuando el Dr. Light le vio decidió ayudarle sin pensarlo dos veces, al tomarlo con las manos mecánicas, comenzó a retorcerse el perrito, volviendo un poco en si, como si quería que le soltara, impresionado por la resistencia de estas razas nuevas y por cómo se removía y chillaba con desespero, el Dr. Light le decía que se calmara, Roll la asistente con lágrimas en la cara le decía por el intercomunicador del Vitus que se calmara, que no iban a hacerle daño, pero el perro se retorcía más frenéticamente, hasta que se les zafó y cayó al suelo, chillando al caer.

Pero ¿Qué pasa? El Dr. Light no entendía. El animal comenzó a arrastrarse como podía, iba chillando al andar, con la patita lastimada recogida y dejando un rastro triste de sangre por donde pasaba, hasta que llego a un punto en el que se detuvo y comenzó como a escarbar. El Dr. Light ayudó a remover unos pedazos grandes de escombro que estaban apilados y vio al fondo dos cuerpos, el de una señora encima de un niño tratando de protegerlo, la señora había fallecido pero el niño parecía respirar, aunque su cuerpo estaba muy maltratado, respiraba frágilmente y parecía inconsciente, “buen chico” le dijo Roll por el altavoz, este gimiendo y moviendo la cola luego de ver que el Vitus levantaba al niño con las manos mecánicas, al pasarle cerca, lamió sus dedos inertes llenos de tierra y luego gimiendo despacio, se recostó y murió.

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